Las resoluciones de Año Nuevo pueden ser divertidas para hacer planes e imaginar lo nuevo que vendrá. Siempre hay una ola de emoción y motivación que estalla a medida que nos acercamos al final del año… y ¡es genial imaginar las cosas nuevas y emocionantes que deseamos aprender y hacer en los próximos doce meses!
El problema es que después de aproximadamente un mes, hay una tendencia a volver a los viejos hábitos. La vida vuelve a ser frenética, el cuerpo se cansa, hay un millón de otras cosas que podríamos estar haciendo. Y esa motivación parece haber desaparecido. Por esto he decidido compartir algunas ideas y consejos que quizás pueden ayudarte a mantenerte enraizada y fuerte en tus resoluciones e impulsar tu práctica de yoga.
1. Hábitos
La mejor manera de mantenernos al día con nuestras metas es establecer mejores hábitos que respalden lo que queremos hacer.
Por ejemplo, si creamos un espacio claro y agradable para la práctica, seremos más propensos a empezar la práctica que a tener que mover todos nuestros muebles alrededor de casa para hacer espacio para la esterilla. En realidad, no necesitas mucho espacio, por lo que un rincón agradable en la casa, preferiblemente cerca de un calentador y tal vez con algunas velas o flores bonitas, ayudará. ¡Haz que el espacio sea atractivo y dale prioridad!
2. Paciencia
Ten en cuenta que una práctica consistente, tanto la fuerza cómo la flexibilidad no son algo que se desarrolle fácilmente de la noche a la mañana. ¡Roma no se construyó en un día!. Se necesita un entrenamiento constante y dedicado durante un largo período de tiempo. Sé amable contigo misma y da lo que puedas todos los días.
3. Método
Otro factor importante es tener un plan sobre lo que vas a hacer. Al cuerpo le gusta funcionar en modo “piloto automático” para que no tengas que estar pensando en lo que vas a hacer todo el tiempo (eso nos consume mucha energía). Es por esto que te animo a que sigas repitiendo el mismo sistema y patrones durante algún tiempo para que los conozcas de memoria y puedas empezar a concentrarte en otras cosas como tu respiración, cómo se encuentra tu cuerpo en el espacio, la mirada, lo correcto, activaciones musculares, etc. Si necesitas ayuda para encontrar una rutina de yoga, me encantaría ayudarte con eso o puedes encontrar un maestro calificado y en el que confíes. Uno de los mejores sistemas para comenzar a desarrollar una práctica personal es definitivamente el Ashtanga Vinyasa Yoga, pero también hay otros como otras secuencias de conjuntos de Vinyasa Krama.
4. Convierte tu práctica en un ritual
Otro consejo es enamorarte de tu práctica: claro, practicar puede ser un trabajo duro, ¡pero también debe ser divertido! Si no te gusta el proceso, será mucho más difícil mantener constancia. Encuentra un gran lugar para entrenar, un sistema que te guste e incluso puedes poner algo de música de fondo que te inspire. Tal vez encuentre algunos hermosos atuendos de práctica, una hermosa esterilla personal, enciende un incienso… Conviértelo en un hermoso ritual para ti.
5. Monitoriza tu progreso
Puede ser útil tomar algunas fotografías de tu nivel actual. No es necesario que documentes cada pose, pero es bueno tomar algunas fotos para que puedas ver tu progreso el día de mañana. Cuando sientes que no estás mejorando, echa la mirada atrás y ¡mira dónde estabas hace tres meses! De todas formas, recuerda que el yoga no se trata solo de desarrollar capacidades físicas, sino también de aumentar nuestra fuerza vital y sentirnos más en armonía con nuestro cuerpo y mente.
6. Vence la resistencia
Otra cosa importante a tener en cuenta, y que de hecho aprendí leyendo un libro maravilloso llamado “La guerra del arte” de Steven Pressfield, es que estamos TODAS bajo la influencia de la resistencia. ¡No creas que los profesionales, los yoguis de alto nivel, los gimnastas o los profesores no son inmunes a la enorme fuerza de la pereza! Es una dura lucha, pero los beneficios de hacer la práctica, la presencia en la esterilla dará grandes recompensas aunque al principio cueste mucho darle tiempo y espacio.
7. Busca una compañera
Si todo esto no es suficiente para ti, ¡busca una amiga y organiza un tiempo de práctica juntas! También podría ser virtual;) No hay nada como tener una persona externa involucrada en el proceso para ser más responsable. Ambos lo agradecerán y se divertirán más 🙂
Espero que te haya ayudado, ¡feliz práctica y Año Nuevo!