Como alguien que practica a diario y vive en el cálido sur de España, puedo decir que bebo mucha agua. Desde hace unos meses, comencé a comprar agua mineral en lugar de consumirla del grifo. A veces incluso le añado rodajas de pepino o limón para ayudar a mejorar el sabor e hidratación.
Generalmente vierto el agua en una jarra de vidrio y la bebo durante el día. Pero la última semana, mi novio ha estado reemplazando el agua en la jarra a escondidas por agua del grifo porque se nos acabó el agua “buena”. Yo seguía de igual modo añadiéndole limón y pepino.
Tomé agua del grifo durante toda esta última semana sin siquiera darme cuenta.
Mi creencia de que el agua mineral era mejor para mí me mantuvo bebiendo felizmente, incluso después de descubrir la verdad.
El efecto placebo no existe solo en el mundo médico, si no que muchos entornos como el mundo del fitness, el yoga y el movimiento no están exentos. Si crees que estás participando en un proceso terapéutico y poderoso, tu condición muy probablemente mejorará.
Nuestras creencias funcionan con todo lo que hacemos.
Tu creencia en el método y el maestro es lo que lo hace tan poderoso.
La creencia da poder al cuerpo.
Así que en realidad no existe la práctica de entrenamiento suprema y mejor, porque aquella en la que más creas te beneficiará más que cualquier otra (hasta cierto punto).
De la misma manera, si crees que algo no es bueno para ti, probablemente te traerá dificultades y problemas.
Lo he visto muchas veces con mis alumnas: algunas me dicen que esto o aquello en específico es lo que les está limitando para acceder a tal postura y, como resultado de esa creencia, están limitadas por ella. A veces, incluso después de ayudarles a resolver el problema (¡a veces ni siquiera hay uno en primer lugar!). Si «la mente no ha cambiado de opinión», hay un muy pequeño cambio físico. Esto es el poder de la creencia.
Si te sientes profundamente conectada y crees en un maestro y en su método, incluso si ese método no es sólido y comprobado, aún sentirás más beneficios al seguir su camino en lugar de hacer otra cosa que en realidad podría ser mejor para ti.
TODAS estamos bajo esta influencia de autoengaño. Por eso no creo en el absolutismo de la salud o el fitness; hay demasiadas variables psicológicas. Así como nuestros cuerpos son todos diferentes, nuestras mentes responden de maneras únicas.
Lo peor sucede cuando un conjunto de personas con la misma creencia se unen y defienden un único sistema “real y verdadero” y comienzan a arrinconar a quienes hacen preguntas, intentan algo diferente o buscan más información para comprobar estas supuestas verdades.
Ojo porque estos grupos pueden convertirse en grupos muy exigentes y controladores. En general, recomiendo investigar un poco, hablar con diferentes personas que trabajaron con los métodos que te interesan, obtener información de diferentes fuentes y hacer siempre preguntas.
¡Debes descubrir si realmente funciona!
Otro ejemplo que ha existido durante mucho tiempo es esta creencia común de que la fuerza disminuye la flexibilidad. ¿Es realmente cierto? Cada vez más personas están demostrando que no es cierto y varios estudios han demostrado recientemente que el entrenamiento con pesas, si se hace de la forma adecuada, en realidad aumenta la flexibilidad porque estás moviendo repetidamente los músculos, las articulaciones y los ligamentos en todo su rango de movimiento.
Pero debido a que la gente creyó lo contrario durante tanto tiempo, ese es el resultado que obtuvieron.
En el yoga, hay tantas creencias y mitos que te animo a desafiar y descubrir la verdad investigando y experimentando por ti misma.
Se supone que practicar inversiones con la regla es malo para ti (mientras que cientos de artistas de circo todavía hacen su acto de verticales en esos días y no reportan ningún daño a la salud). También se dice que Sirsasana cura la calvicie y las posturas de zancadas curan el estrés y la depresión. Quizás si crees firmemente en estas cosas, se volverán ciertas para ti, pero definitivamente no son verdades universales ni científicamente probadas.
Recuerda que incluso si te beneficias de algo de primera mano, es importante reconocer que la experiencia está influenciada por tu perspectiva.
Para resumir, recomendaría que mantengas una visión rígida en un enfoque o un método, simplemente porque los resultados van a depender mucho de tu creencia en él.
Mantente flexible y abierta a diferentes experiencias y recuerda que lo que es bueno para ti puede no ser lo que la otra persona necesita.
He visto demasiadas veces, especialmente en el mundo del yoga, practicantes que juzgan a los demás porque su práctica se ve diferente, o porque eligen un método diferente, o porque trabajan en cosas adicionales o quién sabe qué otra variable. Mantengamos la mente abierta y seamos conscientes de que nuestras inclinaciones y creencias psicológicas son siempre muy personales.
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