Ecología interna

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Como yoguis tenemos la suerte de tener prácticas que nos ayudan a navegar a través de estresantes situaciones del mundo moderno. Nuestra mente está siempre ocupada y, a veces, nos olvidamos de nosotras mismas y de lo que realmente somos y queremos. Las emociones negativas, el estrés y la ansiedad obstruyen nuestro intelecto e impiden que fluya el amor, la armonía y la felicidad.

Es esencial sanar y restaurar nuestro espacio mental; para ello el yoga y la meditación son formas excelentes de recuperar nuestro poder personal. Hay mucho que podemos hacer para mantener un espíritu más puro y conservar la paz mental.

Aquí te dejo algunas ideas personales que provienen de mi experiencia para ayudar a aliviar el estrés:

  • Toma alimentos saludables y sabrosos,
  • Oxigena el cuerpo, date un baño en el mar si puedes,
  • Duerme lo suficiente,
  • Disfruta de platos sencillos y de calidad, en un entorno tranquilo. Siempre calidad sobre cantidad.
  • Realiza paseos al aire libre por la naturaleza,
  • ¡No te tomes las cosas demasiado en serio!
  • Sonríe y ríe tanto como puedas 🙂

Incluso en nuestra práctica física a veces nos preocupamos por ser más fuertes, más flexibles, más esto y más aquello. Es admirable tener metas y una visión más elevada para nosotras mismas, pero nunca debemos permitir que se convierta en una obsesión o en una causa de estrés y preocupación.

Practica yoga y movimiento por el placer de hacerlo. Diviértete. Si estás aburrida, prueba otra cosa. Aprender cosas nuevas siempre nos hace crecer y madurar.

En el corazón de la “ecología interior” están nuestros pensamientos. Los pensamientos son los que asimila nuestra mente subconsciente. Te recomiendo practicar a dirigir tu mente hacia pensamientos alegres, agradables, amorosos y amables de forma frecuente. Esta actitud se traducirá también en tu experiencia con el mundo exterior. El mundo que creas a tu alrededor es el reflejo de tu mundo interior. Simplifica tus pensamientos, déjalos flotar como nubes en el cielo. Debes desapegarte de ellos; míralos como si vieras una película. Así dejarás de identificarte con ellos.

Tener un espacio despejado y silencioso a tu alrededor ayuda con este proceso. En casa, me gusta tener áreas vacías, para que la mente pueda descansar sin demasiados estímulos visuales.

El silencio y la tranquilidad también nos brindan paz y armonía y nos ayudan a concentrarnos en el aquí y ahora. Cuando estamos centrados, comenzamos a descubrir nuestra verdadera esencia. Entonces podremos encontrar la felicidad en nuestras mentes y espíritus, ser libres y crear nuestra propia existencia.

“Quien se cree feliz, es feliz. Todo lo que tengo está dentro de mí »

 

CompArte

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